En las plantas e instalaciones industriales, los sistemas de aire comprimido, gas y vacío son una fuente fundamental de energía convertida. Entre otras cosas, son más accesibles que otros recursos, como la electricidad, permitiendo el funcionamiento de sistemas de manipulación, herramientas, robots, máquinas, etc. Sin embargo, muchos de los sistemas de aire comprimido, gas y vacío no siempre están en buen estado, debido al desgaste y las malas prácticas de mantenimiento, lo que da lugar a fugas de aire comprimido o fugas de vacío. Para localizar con precisión estas fugas, se utiliza la cámara acústica para detección de fugas, una herramienta eficaz para identificar problemas en estos sistemas.
Se calcula que las fugas de aire comprimido pueden ser responsables de entre el 30% y el 50% de las pérdidas de capacidad de un sistema. Aún conociendo estos datos, muchas plantas e instalaciones no cuentan con un programa de detección de fugas, y encontrarlas y repararlas no es fácil.
Después de buscar tecnologías más eficientes y sostenibles, la solución ideal se ha encontrado en el equipo de cámara acústica para detección de fugas. ¿Quieres saber más? Te lo contamos.
Cómo detectar fugas de aire comprimido
Entre otras cosas, las fugas de aire comprimido pueden afectar a la eficiencia energética. Como ya hemos mencionado, en la industria de la alimentación y bebidas, este problema puede llegar a ser muy grave.
El aire comprimido se utiliza en herramientas neumáticas o sistemas de bombeo de líquidos empleados en la cadena de producción, por lo que la importancia del aire comprimido llega a tal punto, que de ello depende la calidad y la seguridad alimentaria de productos como, por ejemplo, frutas y verduras, cervezas, aperitivos o el café.
Entendiendo su importancia, algunas de las principales consecuencias de las fugas de aire comprimido pueden ser la ralentización de la producción, el empeoramiento de la calidad del producto, la creación de problemas de seguridad o contaminación o el derroche energético.
Centrándonos en este último, las fugas de aire comprimido representan el 40% del desperdicio de electricidad que se genera en las cadenas de producción. De esta manera, una fuga de 3 mm puede suponer hasta 6000 euros al año de pérdidas.
Es más, las fugas obligan a paralizar la actividad de la fábrica, creando situaciones de sucesivas paradas y arranques de la maquinaria. En consecuencia, esa constante puesta en marcha de la línea de producción necesita una gran cantidad de energía.
Con el obejtivo de evitarlo y ser capaz de reconocer fugas de aire comprimido a tiempo, comienza con una escucha activa que te ayude a detectar sonidos de silbidos o zumbidos cerca de conexiones y componentes. Posteriormente, realiza una inspección visual en busca de burbujas, polvo moviéndose o escapes de aire visibles. En paralelo, aplica una solución jabonosa en las conexiones para identificar burbujas que indiquen fugas, y usa un manómetro para detectar caídas de presión. Por último, considera la termografía infrarroja para áreas difíciles de visualizar y realiza auditorías periódicas para garantizar la máxima eficiencia del sistema.
¿Dónde se pueden encontrar fugas de aire comprimido en las plantas e instalaciones industriales?
Como hemos visto, las fugas de aire comprimido son un problema común en plantas e instalaciones industriales que pueden resultar costosas en términos de energía y eficiencia. Estas fugas pueden encontrarse en una variedad de lugares dentro de una planta o instalación industrial, desde las conexiones de tuberías hasta los componentes individuales del sistema de aire comprimido.
Sin duda, identificar estas fugas es fundamental para mantener una operación eficiente del sistema y reducir costes operativos. En este sentido, conocer los puntos comunes donde se pueden encontrar fugas de aire comprimido es esencial para implementar estrategias efectivas de detección y reparación.
En cuanto a los puntos más comunes en los que localizar fugas de aire comprimido, desde Distron, resaltamos los siguientes:
– En los conductos.
– En los embalajes.
– En los depósitos de retención neumática.
– En los empalmes y las válvulas.
– En los sifones para drenajes de condensación.
– En las uniones de tubería roscadas.
Estos sólo son algunos de los sitios donde se pueden encontrar fugas de aire comprimido. Sin embargo, con una cámara acústica para detección de fugas se pueden localizar rápidamente sin tener que revisar uno por uno cada uno de los posibles lugares de la fuga.
Qué es y cómo funciona la cámara acústica para detección de fugas
De manera general, una cámara acústica para detección de fugas es una herramienta especializada que utiliza tecnología de sonido para localizar fugas de aire comprimido u otros fluidos. Por su parte, la cámara acústica para detección de fugas funciona capturando el sonido generado por la fuga y convirtiéndolo en una imagen visual o audible para que el operador pueda identificar la ubicación precisa de la fuga.
El principio detrás de su funcionamiento se basa en el hecho de que las fugas de aire generan ruido que puede ser imperceptible para el oído humano debido a su alta frecuencia. La cámara acústica para detección de fugas amplifica estos sonidos de alta frecuencia y los convierte en sonidos audibles o en imágenes visuales que permiten al usuario detectar la ubicación exacta de la fuga.
Estas cámaras suelen tener micrófonos direccionales que permiten al operador enfocarse en áreas específicas y filtrar otros ruidos de fondo. Al apuntar la cámara acustica para deteccion de fugas hacia una posible fuente de fuga, el operador puede escuchar o visualizar el sonido generado por la fuga, lo que facilita su detección y reparación.
En cualquier caso, la cámara acústica para detección de fugas es una herramienta de lo más eficaz para detectar fugas en entornos industriales, ya que pueden localizar rápidamente fugas incluso en áreas de difícil acceso o en entornos ruidosos donde la detección manual sería difícil o impracticable.
Cámara acústica para detección de fugas Fluke
En este caso, la cámara acústica para detección de fugas Fluke es una herramienta muy útil a la hora de localizar de manera rápida y precisa fugas de aire, gas y vacío en sistemas de aire comprimido, incluso en entornos ruidosos.
Concretamente queremos destacar la cámara acústica para detección de fugas industriales Fluke ii900. Se trata de un equipo portátil que incorpora una matriz acústica de pequeños micrófonos hipersensibles que detectan sonidos y ultrasonidos, ampliando el campo de visión, y permitiendo a los equipos de mantenimiento localizar rápidamente fugas de aire, gas y vacío en sistemas de aire comprimido.
Su pantalla táctil LCD de 7 pulgadas superpone un mapa SoundMap™ sobre una imagen para identificar rápidamente el punto donde se encuentra la fuga. Además, la interfaz es sencilla e intuitiva, y permite a los técnicos aislar la frecuencia sonora de la fuga para filtrar el ruido de fondo. El equipo podrá revisar toda la planta en cuestión de horas en periodos de máxima actividad.
Por primera vez, se pueden identificar las reparaciones necesarias para solucionar las fugas de aire comprimido de forma rápida y sencilla con el fin de garantizar la eficacia de las operaciones y reducir los costes energéticos.
Las imágenes se pueden guardar y exportar para generar informes. Tanto técnicos, como jefes de mantenimiento que han probado esta cámara acústica industrial afirman que con los métodos tradicionales habrían necesitado semanas para encontrar este tipo de fugas.
¿Quieres saber más sobre las fugas de aire comprimido y cómo la cámara acústica para detección de fugas ayuda a localizarlas de manera eficaz? ¡Contacta con nosotros!