Skip to main content

En el sector industrial, la medición de la conductividad eléctrica de las soluciones es fundamental para garantizar la calidad y seguridad de los productos y procesos.

De esta forma, el instrumento utilizado para llevar a cabo esta medición es conocido como conductivímetro; un dispositivo esencial para determinar la capacidad de una solución para conducir corriente eléctrica, lo que está directamente relacionado con la concentración de iones presentes en ella.

¿Qué es un conductivímetro y qué funcionalidades comprende? Desde Distron, te contamos todo lo que necesitas saber. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un conductivímetro?

Un conductímetro o conductivímetro es un dispositivo utilizado para medir la conductividad eléctrica en una solución. Como decíamos, la conductividad es la capacidad de una sustancia para conducir electricidad, y está directamente relacionada con la concentración de iones presentes en la solución, pudiendo ser de sales, ácidos o bases disueltos en el agua.

La conductividad se expresa generalmente en siemens por metro (S/m) o en microsiemens por centímetro (µS/cm). Este parámetro es crucial en una variedad de aplicaciones, que abarcan desde la purificación de agua y el control de calidad en la industria alimentaria hasta la supervisión de procesos en plantas de tratamiento de aguas residuales y la investigación científica.

Existen diferentes tipos de conductivímetro, pudiendo diferenciar entre modelos portátiles, de mesa y online, cada uno adecuado para distintas aplicaciones y entornos. Por su parte, el conductivímetro portátil es especialmente útil en el campo debido a su facilidad de uso y portabilidad, permitiendo mediciones rápidas y precisas en diferentes entornos.

Sin duda, la importancia de un conductivímetro en la industria del agua no puede subestimarse, ya que la conductividad del agua puede indicar la presencia de contaminantes. Por ejemplo, en plantas de tratamiento de agua, es crucial medir la conductividad para asegurar que el agua es segura para el consumo humano. Por otro lado, en la industria alimentaria, se utiliza para monitorear la pureza del agua utilizada en la producción de alimentos y bebidas.

¿Cómo funciona un conductivímetro?

El funcionamiento de un conductivímetro se basa en principios electroquímicos. Es decir, el dispositivo utiliza un par de electrodos, sumergidos en la solución a medir, que aplican una corriente alterna. La corriente alterna es esencial para evitar la polarización de los electrodos, que podría interferir con las mediciones. Al aplicar esta corriente, los iones presentes en la solución se mueven, creando un flujo de carga que el conductivímetro detecta y mide. La resistencia eléctrica de la solución se puede determinar a partir de esta medición, y de ahí se calcula la conductividad, utilizando la relación inversa entre resistencia y conductividad.

Entendiendo su funcionamiento, un conductivímetro generalmente consta de los siguientes componentes:

  • Electrodos: Generalmente, se utilizan dos electrodos de platino o grafito, sumergidos en la solución a medir. Los electrodos aplican una corriente alterna a la solución.
  • Circuito de medición: Este circuito mide la resistencia eléctrica de la solución, que se convierte en una señal eléctrica proporcional a la conductividad.
  • Sensor de temperatura: Dado que la conductividad varía con la temperatura, muchos conductivímetros incluyen un sensor de temperatura para realizar compensaciones automáticas y asegurar la precisión de la lectura.
  • Display y electrónica de procesamiento: La señal eléctrica se procesa y se muestra en una pantalla digital, generalmente en unidades de siemens por metro (S/m) o microsiemens por centímetro (µS/cm).

Para asegurar una precisión óptima, es crucial considerar factores como la temperatura de la solución, ya que la conductividad varía significativamente con esta variable. Por esta razón, como veníamos diciendo, muchos conductivímetros están equipados con sensores de temperatura y algoritmos de compensación de la misma, que ajustan las lecturas para reflejar con mayor precisión la conductividad a una temperatura estándar.

Aplicaciones más comunes de un conductivímetro

Como comentábamos al inicio del artículo, el conductivímetro tiene una amplia gama de aplicaciones en diversas industrias y campos de investigación. A continuación, desde Distron, entramos en detalle en algunas de las más comunes:

Tratamiento y purificación del agua

En el tratamiento y purificación de agua, el conductivímetro es una herramienta esencial para monitorear y asegurar la calidad del agua en diferentes etapas del proceso. En plantas de tratamiento de agua potable, estos dispositivos detectan la presencia de iones y sales, permitiendo el control y ajuste de procesos como la filtración y desinfección para garantizar que el agua cumpla con los estándares de pureza. En procesos de desalinización, los conductivímetros miden la eficiencia de la eliminación de sales, asegurando que el agua desalinizada sea apta para el consumo.

Además, en sistemas industriales de calderas y enfriamiento, los conductivímetros previenen la formación de incrustaciones y corrosión al monitorear la conductividad del agua, mejorando así la eficiencia operativa y prolongando la vida útil de los equipos. En plantas de tratamiento de aguas residuales, estos instrumentos son cruciales para monitorear continuamente la conductividad, permitiendo ajustes en tiempo real y asegurando que el agua tratada cumpla con las normativas ambientales antes de su descarga o reutilización. En conjunto, el conductivímetro garantiza la calidad, seguridad y eficiencia en una amplia gama de aplicaciones de tratamiento de agua.

Industria alimentaria y de bebidas

En segundo lugar, en la industria alimentaria y de bebidas, el conductivímetro es un instrumento crucial para el control de calidad y la consistencia de los productos. Durante la producción, es esencial monitorear la concentración de sales y otros electrolitos para asegurar que los productos finales cumplan con las especificaciones deseadas. Por ejemplo, en la fabricación de alimentos procesados, la conductividad se mide para garantizar que el contenido de sal esté dentro de los rangos óptimos, lo que es fundamental tanto para el sabor como para la conservación de los productos.

Además, en la producción de bebidas, los conductivímetros son utilizados para controlar los procesos de fermentación. En la industria cervecera y de bebidas alcohólicas, la fermentación es un proceso biológico que depende de la presencia y concentración adecuada de iones en la solución. Medir la conductividad permite a los productores ajustar las condiciones de fermentación para optimizar la actividad de las levaduras y otros microorganismos, asegurando la calidad y la estabilidad del producto final.

Tratamiento de aguas residuales

En el tratamiento de aguas residuales, el conductivímetro desempeña un papel fundamental al monitorear y controlar la calidad del agua durante las diferentes etapas del proceso de tratamiento. Al detectar cambios en la concentración de iones, los operadores pueden ajustar los procesos de tratamiento en tiempo real, optimizando la eficiencia y efectividad del tratamiento.

La conductividad se mide antes y después de los procesos de tratamiento, como la coagulación, floculación, y filtración, para evaluar así la eficiencia de la eliminación de contaminantes. Esto asegura que el agua tratada cumpla con las normativas ambientales antes de ser descargada en cuerpos de agua naturales o reutilizada en aplicaciones industriales y agrícolas. Además, la monitorización continua de la conductividad ayuda a prevenir problemas operativos, como la acumulación de contaminantes que pueden afectar negativamente los procesos biológicos y químicos del tratamiento.

Industria farmacéutica

Por otro lado, en la industria farmacéutica, los conductivímetros son herramientas esenciales para asegurar la pureza y calidad de los productos y procesos. Uno de los usos principales de estos instrumentos es el control de la pureza del agua utilizada en la producción de medicamentos. Así, los conductivímetros permiten a los fabricantes monitorear y mantener los niveles de pureza adecuados, asegurando que el agua cumpla con las estrictas normativas de la industria.

Además, los conductivímetros se utilizan en la producción de soluciones intravenosas y otros productos médicos, donde la concentración de electrolitos también debe ser cuidadosamente controlada.

Producción de semiconductores y electrónica

Por último, en la producción de semiconductores y dispositivos electrónicos, los conductivímetros son instrumentos vitales para asegurar la pureza del agua y las soluciones utilizadas en los diversos procesos de fabricación.

Como en los anteriores casos, la calidad del agua es crucial en la industria de semiconductores, ya que incluso pequeñas impurezas pueden afectar significativamente el rendimiento y la fiabilidad de los dispositivos electrónicos. De esta manera, los conductivímetros permiten medir la conductividad del agua ultra pura utilizada para limpiar obleas de silicio y otros componentes, asegurando que esté libre de contaminantes iónicos que podrían interferir con los procesos de fabricación.

Además, en los baños de proceso, donde se realizan operaciones de grabado y deposición de materiales, la conductividad de las soluciones químicas debe ser cuidadosamente controlada. Con este objetivo, los conductivímetros ayudan a monitorear y ajustar la concentración de iones en estas soluciones, asegurando la uniformidad y precisión de los procesos de fabricación. Esto es esencial para garantizar la calidad y consistencia de los semiconductores y otros componentes electrónicos producidos.

En definitiva, el conductivímetro destaca por ser un instrumento esencial en diversas industrias y campos de investigación por su capacidad para medir la conductividad eléctrica de soluciones. Comprender cómo funciona y las partes que lo componen puede ayudar a maximizar su uso y precisión en cualquier campo de trabajo. ¿Necesitas más información? No dudes en ponerte en contacto con nosotros.


Contacto