Sensores de conductividad por Contacto Yokogawa SC42/SC4A(J)

¿Por qué medir la conductividad?

Puede utilizarse como un indicador de la calidad del agua bastante económico y de bajo mantenimiento.  El agua de buena calidad con pocos contaminantes tendrá una conductividad baja.  El mantenimiento es mucho menor que el del pH y la calibración es mínima. La conductividad se utiliza en aplicaciones de agua de alimentación de calderas, ósmosis inversa y desmineralizadores.

Dado que la conductividad, hasta cierto punto, aumenta con el incremento de la concentración de los iones en el proceso, podemos utilizarla para correlacionarla con un valor de concentración en % de soluciones como ácidos o bases.  Una vez más, dado que la conductividad no es específica, el % de concentración sólo puede medirse en UN producto químico a la vez y no en una mezcla de productos químicos que contribuyan.

Hay dos estilos básicos de sensores utilizados para medir la conductividad: De contacto e inductivo (toroidal, sin electrodos).

Cuando se utilizan sensores de contacto, la conductividad se mide aplicando una corriente eléctrica alterna a los electrodos del sensor (que juntos forman la constante de la célula) sumergidos en una solución y midiendo la tensión resultante. La solución actúa como conductor eléctrico entre los electrodos del sensor.

La precisión de las mediciones de conductividad puede verse influida por los siguientes factores:

Polarización.

Contaminación: Los depósitos o el recubrimiento en la superficie de los electrodos de una célula bipolar tienen un efecto similar al de los errores de polarización, es decir, la lectura de la conductividad es más baja de lo habitual. Estos efectos también pueden evitarse con una célula de conductividad de 4 polos.

Resistencia del cable: La resistencia del cable puede inducir errores en la medición y debe tenerse en cuenta.

Temperatura: Las mediciones de conductividad dependen de la temperatura, si la temperatura aumenta, la conductividad aumenta.