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Las cámaras termográficas o cámaras infrarrojas son dispositivos capaces de captar la temperatura de los objetos, ya que miden su radiación infrarroja y la transforman en una imagen donde los píxeles equivalen a distintas mediciones de temperatura.

Las cámaras termográficas tienen multitud de aplicaciones y pueden servirnos en el estudio del espacio exterior, en medicina, en meteorología, en aplicaciones militares y en un buen número de sectores y procesos de la industria. Su ventaja es que nos dan datos de temperatura cuando no se puede aplicar ningún otro tipo de aparato medidor (por existir distancia con el objeto a medir).

¿Cuál es la diferencia entre una cámara térmica y una termográfica? La diferencia radica en que las cámaras termográficas son capaces de proporcionar la información sobre la temperatura para cada uno de sus píxeles.

Cómo funcionan las cámaras termográficas

Los objetos, vivos o inertes, producen una cierta radiación infrarroja (un tipo de radiación electromagnética, en este caso el calor) que se modifica según los grados de temperatura a que se encuentren.

No podemos percibir esta radiación con nuestros ojos, pero gracias a las cámaras termográficas podemos visualizar imágenes en las pantallas en las que, o bien vemos en una escala de negros y blancos, o bien en distintos colores correspondientes con las temperaturas.

Tipos de cámaras termográficas

Podemos clasificarlas según varios criterios. El primero tendría que ver con la tecnología aplicada en su elaboración:

  • Cámaras termográficas refrigeradas: estas cámaras están rodeadas por un vacío y cuentan con un refrigerador, lo que les aporta mayor sensibilidad que otras tecnologías. Son cámaras que en general tan solo emplean las fuerzas y cuerpos de seguridad y que necesitan para su funcionamiento de elementos químicos poco habituales.
  • Cámaras termográficas no refrigeradas: estas cámaras tienen un uso civil, generalmente industrial. Aunque son precisas, no lo son tanto como las refrigeradas, y a cambio son capaces de trabajar a temperatura ambiente y su coste es menor.

Por otro lado, las podemos clasificar según cuál sea el origen de la radiación medida

  • Cámaras termográficas pasivas: reciben sencillamente la información sobre la radiación (es decir, la temperatura) de los cuerpos y la transforman en una imagen. Se suelen utilizar para detectar presencias humanas en lugares con visibilidad limitada (por ejemplo, un equipo de rescate buscando un montañero perdido en el bosque, de noche).
  • Cámaras termográficas activas: estas cámaras, en lugar de sencillamente recibir el dato de temperatura, incorporan un dispositivo llamado reflector. Con el reflector, las cámaras termográficas activas emiten una radiación infrarroja que rebota en el cuerpo a medir.

Cámaras termográficas: aplicaciones

La versatilidad de estos dispositivos permite que se apliquen en sectores muy distintos. En los últimos meses su uso para controlar la temperatura de las personas se ha popularizado, en cumplimiento de las medidas de seguridad impuestas por la crisis sanitaria de la COVID-19.

De una manera parecida, se busca la presencia de animales en la oscuridad, por lo que documentalistas y biólogos también hacen uso de estas cámaras en la observación de fauna, sobre todo nocturna. Los climatólogos se sirven de las capacidades de estas cámaras para captar información del ambiente que nos circunda.

Como ya hemos comentado, las fuerzas y cuerpos de seguridad también utilizan estas cámaras en maniobras nocturnas o en misiones de rescate, por su capacidad de identificar personas ocultas y en dispositivos antiterroristas. También tienen aplicaciones en medicina y diagnosis.

Pero las cámaras termográficas en la industria es donde han desplegado todo su potencial, siendo capaces de agilizar procesos, detectar problemas y prevenir desgaste de piezas y maquinaria.

Cámaras termográficas en la industria

En la industria, una cámara termográfica puede ser un dispositivo muy eficaz para detectar problemas antes de que vayan a mayores.

  • En sistemas mecánicos, una cámara termográfica puede detectar zonas con fricción superior a la esperada y por tanto evitar una rotura o avería antes de que se produzca.
  • Puede controlar procesos y detectar puntos donde la temperatura se eleve por encima de lo deseado o controlar que se alcanza la prevista.
  • Permite realizar controles de calidad más exhaustivos.
  • En la construcción, permite evaluar aislamientos térmicos y localizar puentes térmicos.

Nuestras cámaras termográficas, en la industria, pueden aportar capacidad de predicción y de perfeccionamiento de procesos. En Distron apostamos por la tecnología de las cámaras termográficas de infrarrojos de Fluke, que han creado distintas soluciones para distintas necesidades:

  • Cámaras termográficas portátiles, especialmente diseñadas para el mantenimiento preventivo y búsqueda de averías además de para inspecciones eléctricas. Los modelos con que contamos en nuestro catálogo son: Fluke TIS20, Fluke TiS60, Fluke TI300, Fluke Ti401 PRO, Fluke TI450 SF6, en versión de bolsillo la Fluke PTi120, Fluke TiS55+, Fluke TiS75+ y la Fluke Ti480 PRO.
  • Cámaras termográficas montadas, perfectas para comprobación y desarrollo y servicios eléctricos en situaciones donde se requiera mucha precisión: en nuestro catálogo contamos con la RSE300 y la RSE600.
  • Cámaras termográficas articuladas, idóneas para industria, ingeniería, laboratorio o docencia: Fluke TIX501 y Fluke TIX580.

Si quieres saber más, no te pierdas las novedades de nuestro blog. ¿Tienes alguna duda? Contacta con nosotros, ¡estaremos encantados de ayudarte!


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